En TaxTalk se intentará explicar qué rol juegan los impuestos y sus actualizaciones en la vida económico-financiera de las personas y de la sociedad, entendiendo la importancia que tiene conocer las reglas del juego para poder convivir con ellas sin que afecten el curso de los negocios. En este artículo vamos a discutir el "olvido" que sufren los monotributistas en la Argentina. En el próximo artículo repasaremos el reciente anuncio del incremento del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias.
Monotributo: “El régimen olvidado”
En la Argentina existe una figura impositiva conocida como "monotributo". Más allá de escuchar sobre ella constantemente, a veces no terminamos de entender que significa y porqué se habla tanto de ello. En el presente artículo trataremos de contestar las siguientes preguntas:
- ¿Qué es el monotributo?
- ¿Es realmente el “camino impositivo” más simple?
- ¿El Estado dejó de lado a este segmento de contribuyentes?
¿Qué es el monotributo?
El monotributo es un régimen
opcional y simplificado para pequeños
contribuyentes cuyo objeto consiste en facilitar el pago de los impuestos
(Ganancias e Impuesto al Valor Agregado), jubilación y obra social para los pequeños contribuyentes con el pago
mensual de una cuota única. Es, entonces, un régimen simplificado que surge como alternativa al régimen general (link).
Para aquellos
contribuyentes con ingresos brutos anuales de hasta $ 300.000.- se establecen
distintas categorías, con parámetros a tener en cuenta, a saber: ingresos
brutos anuales, la superficie afectada, el consumo de energía eléctrica y el
monto de los alquileres devengados. De acuerdo a estos parámetros el impuesto unificado
que se paga mensualmente ira variando. Cabe destacar que solamente existen tres
momentos al año para recategorizar la situación del contribuyente frente al
monotributo. Estos momentos son durante los meses de enero, mayo y septiembre.
¿Es la mejor opción que tengo?
La
respuesta a esta pregunta requiere de un análisis previo que no siempre se hacen. No
siempre conviene adherirse al monotributo, aun cuando parezca a simple vista la
mejor opción. Es de suma importancia analizar la situación comercial de cada contribuyente y conocer qué impuestos debe afrontar la actividad.
¿Qué implica no adherirse al monotributo? En lugar de pagar una cuota mensual fija afrontar obligaciones fiscales más complejas, como ser: determinar la posición de IVA mensualmente a través de declaración jurada, presentar anualmente declaración jurada de ganancias y determinar el impuesto a ingresar, utilizar más comprobantes (facturas "A" y "B", discriminando el IVA en el primer caso), sufrir retenciones de impuestos nacionales, etc.
De todas maneras existen casos en los que conviene no adherir al régimen simplificado. Pongamos como ejemplo el de un comerciante que inicia su actividad vendiendo libros, actividad que se encuentra exenta en IVA. En este sentido hay que darle suma importancia a la situación comercial de cada contribuyente antes de tomar una decisión, ya que podría haber un incremento fiscal anual si nos adherimos al régimen simplificado (que si o si paga el componente IVA dentro de su cuota). Otro ejemplo sería el de un comerciante que vende muebles y tiene una importante estructura de costos, en este caso la tasa efectiva del impuesto será mayor en el monotributo ya que en el "régimen general" permite reducir el impuesto a las ganancias deduciendo los costos y otros gastos relacionados con la actividad así como también se podrá trasladar el IVA a los clientes, mientras en el monotributo forma parte del costo.
¿Qué implica no adherirse al monotributo? En lugar de pagar una cuota mensual fija afrontar obligaciones fiscales más complejas, como ser: determinar la posición de IVA mensualmente a través de declaración jurada, presentar anualmente declaración jurada de ganancias y determinar el impuesto a ingresar, utilizar más comprobantes (facturas "A" y "B", discriminando el IVA en el primer caso), sufrir retenciones de impuestos nacionales, etc.
De todas maneras existen casos en los que conviene no adherir al régimen simplificado. Pongamos como ejemplo el de un comerciante que inicia su actividad vendiendo libros, actividad que se encuentra exenta en IVA. En este sentido hay que darle suma importancia a la situación comercial de cada contribuyente antes de tomar una decisión, ya que podría haber un incremento fiscal anual si nos adherimos al régimen simplificado (que si o si paga el componente IVA dentro de su cuota). Otro ejemplo sería el de un comerciante que vende muebles y tiene una importante estructura de costos, en este caso la tasa efectiva del impuesto será mayor en el monotributo ya que en el "régimen general" permite reducir el impuesto a las ganancias deduciendo los costos y otros gastos relacionados con la actividad así como también se podrá trasladar el IVA a los clientes, mientras en el monotributo forma parte del costo.
El “monotributo” olvidado
Este régimen nació hace aproximadamente 15 años con la idea de permitir que aquellas personas que tienen
“poco interés fiscal” abonen un tributo sustitutivo del impuesto a las
ganancias y del IVA a través de un pago único y mensual. Se buscó simplificar las tareas administrativas de
estos contribuyentes, que sólo representan el 1% de los ingresos tributarios de
la AFIP.
Ya con varios años
de vigencia podemos ver que el Estado perdió de vista el objetivo buscado y en
varias oportunidades complica aún más al “pequeño
contribuyente”:
- No es para todos: No cualquier sujeto puede llegar a ser monotributista, sólo personas físicas que realicen venta de cosas muebles, prestaciones de servicios, integrantes de cooperativas de trabajo, sociedades de hecho y comerciales irregulares que tengan un máximo de 3 socios y por último condominios de bienes muebles e inmuebles.
- Requisitos para la
adhesión: A la hora de adherir al monotributo nos
encontramos con excesivos requisitos, como ser el límite en la cantidad de
actividades, ingresos máximos
permitidos, topes en la superficie afectada a la actividad, en la energía
eléctrica, no superar cierto precio unitario de venta, monto máximo de alquileres,
y en algunos casos monto máximo de empleados.
- Trámites engorrosos Para ciertas categorías dejó de ser el simple pago de una única
cuota mensual y pasó a exigirse declaraciones juradas informativas
detallando principales proveedores, clientes, sistemas de emisión de
facturas, etc. Esto obliga a que en la mayoría de los casos se debe
consultar a un asesor impositivo.
- Desactualización de las
categorías A pesar de la creciente inflación que
vive el país desde hace ya unos años, los parámetros económicos de las categorías
del monotributo han quedado congelados desde el 2010. Esto obliga a que
los contribuyentes (sin obtener un aumento real en la capacidad
contributiva) deban situarse en categorías más altas ó directamente se
vean obligados a dejar el régimen simplificado y pasar al régimen general
donde aumentan los montos a tributar.
Conclusión
El objetivo
principal del monotributo fue totalmente olvidado. Con el tiempo, sus trámites
fueron resultando más complejos, al punto de ser casi inevitable consultar a un
profesional en la materia. A esto se le sumó la desactualización de los
parámetros económicos de las distintas categorías, lo cual resulta injusto y
motiva la evasión fiscal.
Como vimos en el artículo anterior, en ocasiones se toman medidas (en este caso, realizar una modificación ad hoc en el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias) que afectan la distribución de la carga impositiva y se deja de lado de la ecuación a los adherentes al monotributo. Nuevamente, con la actualización del mínimo no imponible anunciada hace pocos días se repite el problema ya que no se actualizan las categorías y pagos por categoría de los monotributistas.
Como vimos en el artículo anterior, en ocasiones se toman medidas (en este caso, realizar una modificación ad hoc en el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias) que afectan la distribución de la carga impositiva y se deja de lado de la ecuación a los adherentes al monotributo. Nuevamente, con la actualización del mínimo no imponible anunciada hace pocos días se repite el problema ya que no se actualizan las categorías y pagos por categoría de los monotributistas.
Este gobierno
propone una política tributaria enfocada principalmente en la recaudación y eso
genera que en varias oportunidades, como ser el caso monotributo, se dejen de lado
cuestiones de desarrollo económico y social que ayudarían al crecimiento del país.
Para evitar que esta situación continúe es necesario que se implemente una
actualización periódica de los parámetros del monotributo o que se adopte una solución diferente y superadora. Ya corren varias
propuestas pero por el momento ninguna es considerada seriamente por el gobierno.
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