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jueves, 14 de febrero de 2013

TaxTalk: Monotributo: El Régimen Olvidado

   En TaxTalk se intentará explicar qué rol juegan los impuestos y sus actualizaciones en la vida económico-financiera de las personas y de la sociedad, entendiendo la importancia que tiene conocer las reglas del juego para poder convivir con ellas sin que afecten el curso de los negocios. En este artículo vamos a discutir el "olvido" que sufren los monotributistas en la Argentina. En el próximo artículo repasaremos el reciente anuncio del incremento del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias. 


Monotributo: “El régimen olvidado”

   En la Argentina existe una figura impositiva conocida como "monotributo". Más allá de escuchar sobre ella constantemente, a veces no terminamos de entender que significa y porqué se habla tanto de ello. En el presente artículo trataremos de contestar las siguientes preguntas: 
  • ¿Qué es el monotributo?
  • ¿Es realmente el “camino impositivo” más simple? 
  • ¿El Estado dejó de lado a este segmento de contribuyentes? 

¿Qué es el monotributo?

   El monotributo es un régimen opcional y simplificado para pequeños contribuyentes cuyo objeto consiste en facilitar el pago de los impuestos (Ganancias e Impuesto al Valor Agregado), jubilación y obra social para los pequeños contribuyentes con el pago mensual de una cuota única. Es, entonces, un régimen simplificado que surge como alternativa al régimen general (link). 
   Para aquellos contribuyentes con ingresos brutos anuales de hasta $ 300.000.- se establecen distintas categorías, con parámetros a tener en cuenta, a saber: ingresos brutos anuales, la superficie afectada, el consumo de energía eléctrica y el monto de los alquileres devengados. De acuerdo a estos parámetros el impuesto unificado que se paga mensualmente ira variando. Cabe destacar que solamente existen tres momentos al año para recategorizar la situación del contribuyente frente al monotributo. Estos momentos son durante los meses de enero, mayo y septiembre.

 ¿Es la mejor opción que tengo?

   La respuesta a esta pregunta requiere de un análisis previo que no siempre se hacen. No siempre conviene adherirse al monotributo, aun cuando parezca a simple vista la mejor opción. Es de suma importancia analizar la situación comercial de cada contribuyente y conocer qué impuestos debe afrontar la actividad. 
   ¿Qué implica no adherirse al monotributo? En lugar de pagar una cuota mensual fija afrontar obligaciones fiscales más complejas, como ser: determinar la posición de IVA mensualmente a través de declaración jurada, presentar anualmente declaración jurada de ganancias y determinar el impuesto a ingresar, utilizar más comprobantes (facturas "A" y "B", discriminando el IVA en el primer caso), sufrir retenciones de impuestos nacionales, etc. 
   De todas maneras existen casos en los que conviene no adherir al régimen simplificado. Pongamos como ejemplo el de un comerciante que inicia su actividad vendiendo libros, actividad que se encuentra exenta en IVA. En este sentido hay que darle suma importancia a la situación comercial de cada contribuyente antes de tomar una decisión, ya que podría haber un incremento fiscal anual si nos adherimos al régimen simplificado (que si o si paga el componente IVA dentro de su cuota).  Otro ejemplo sería el de un comerciante que vende muebles y tiene una importante estructura de costos, en este caso la tasa efectiva del impuesto será mayor en el monotributo ya que en el "régimen general" permite reducir el impuesto a las ganancias deduciendo los costos y otros gastos relacionados con la actividad así como también se podrá trasladar el IVA a los clientes, mientras en el monotributo forma parte del costo.

El “monotributo” olvidado

   Este régimen nació hace aproximadamente 15 años con la idea de permitir que aquellas personas que tienen “poco interés fiscal” abonen un tributo sustitutivo del impuesto a las ganancias y del IVA a través de un pago único y mensual. Se buscó  simplificar las tareas administrativas de estos contribuyentes, que sólo representan el 1% de los ingresos tributarios de la AFIP.
   Ya con varios años de vigencia podemos ver que el Estado perdió de vista el objetivo buscado y en varias oportunidades complica aún más al “pequeño contribuyente”:

  • No es para todos: No cualquier sujeto puede llegar a ser monotributista, sólo personas físicas que realicen venta de cosas muebles, prestaciones de servicios, integrantes de cooperativas de trabajo, sociedades de hecho y comerciales irregulares que tengan un máximo de 3 socios y por último condominios de bienes muebles e inmuebles.
  • Requisitos para la adhesión: A la hora de adherir al monotributo nos encontramos con excesivos requisitos, como ser el límite en la cantidad de actividades,  ingresos máximos permitidos, topes en la superficie afectada a la actividad, en la energía eléctrica, no superar cierto precio unitario de venta, monto máximo de alquileres, y en algunos casos monto máximo de empleados. 
  • Trámites engorrosos Para ciertas categorías dejó de ser el simple pago de una única cuota mensual y pasó a exigirse declaraciones juradas informativas detallando principales proveedores, clientes, sistemas de emisión de facturas, etc. Esto obliga a que en la mayoría de los casos se debe consultar a un asesor impositivo.
  • Desactualización de las categorías A pesar de la creciente inflación que vive el país desde hace ya unos años, los parámetros económicos de las categorías del monotributo han quedado congelados desde el 2010. Esto obliga a que los contribuyentes (sin obtener un aumento real en la capacidad contributiva) deban situarse en categorías más altas ó directamente se vean obligados a dejar el régimen simplificado y pasar al régimen general donde aumentan los montos a tributar. 

Conclusión

   El objetivo principal del monotributo fue totalmente olvidado. Con el tiempo, sus trámites fueron resultando más complejos, al punto de ser casi inevitable consultar a un profesional en la materia. A esto se le sumó la desactualización de los parámetros económicos de las distintas categorías, lo cual resulta injusto y motiva la evasión fiscal. 
   Como vimos en el artículo anterior, en ocasiones se toman medidas (en este caso, realizar una modificación ad hoc en el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias) que afectan la distribución de la carga impositiva y se deja de lado de la ecuación a los adherentes al monotributo. Nuevamente, con la actualización del mínimo no imponible anunciada hace pocos días se repite el problema ya que no se actualizan las categorías y pagos por categoría de los monotributistas. 
   Este gobierno propone una política tributaria enfocada principalmente en la recaudación y eso genera que en varias oportunidades, como ser el caso monotributo, se dejen de lado cuestiones de desarrollo económico y social que ayudarían al crecimiento del país. Para evitar que esta situación continúe es necesario que se implemente una actualización periódica de los parámetros del monotributo o que se adopte una solución diferente y superadora. Ya corren varias propuestas pero por el momento ninguna es considerada seriamente por el gobierno. 

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