Los que siguen este blog sabrán que rara vez salimos de nuestro guión de temas de finanzas personales, economía y tecnología. Pero cuando a sólo 111 días de la "Tragedia de Once" donde fallecieron 55 personas (sin mencionar el incidente de Flores de 2011) sucedió hoy otro episodio involucrando la misma línea de trenes y con un saldo de 3 muertos se vuelve necesario levantar la voz.
Cualquier funcionario en cualquier lugar del mundo que vive un escándalo en el cual es responsable de la muerte de ciudadanos tiene dos alternativas: Renunciar o taparlo con un historial inmaculado y ocuparse de que no se repita.
Cuando sucedió el accidente de la estación Once ya teníamos experiencia con esa línea: El accidente de Flores en septiembre de 2011 causó la muerte de 11 personas, cuando un colectivo y un tren chocaron. Sin embargo, el accidente vino, se llevó a medio centenar de personas y seguimos nuestras vidas. Pusieron algunos monitores en las estaciones de trenes, idas y vueltas con comprar nuevas unidades y reacondicionar las existentes, y algunos anuncios triunfantes. Finalmente, las condiciones que causaron los últimos dos accidentes no se modificaron y, lógicamente, se repitió el resultado.
¿Qué más necesitamos? Randazzo, nuestro Ministro del Interior y Transporte, salió nuevamente a declarar, como en cada uno de los accidentes previos. El tren que impactó iba a 62 km/h cuando según algunas versiones había registros de que no debería haber estado circulando. Randazzo asegura que el tren tenía frenos nuevos, cuando el maquinista asegura que el tren no frenaba. No me extrañaría que le adjudiquen al maquinista un test de alcoholemia escandaloso o surga una historia sórdida de drogas. Necesario si queremos volver a nuestras vidas cotidianas y olvidarnos de esto.
3 personas murieron innecesariamente porque no somos capaces de impedir que nos sigan pisoteando. 3 familias no recibirán a un ser amado hoy porque como país seguimos fallando. Hoy fueron ellos, pero ayer fué una chica de 16 años en Palermo y mañana sos vos o yo.
La matemática es simple: Tenemos un ministro (directa o indirectamente) responsable de, no uno, no dos, sino TRES accidentes con resultados fatales gracias al deplorable estado de nuestro sistema de transportes. ¿Cómo puede ser que tengamos un gobierno donde eso es aceptable? ¿Cómo es posible que vivamos en un país donde sus ciudadanos permiten que eso sea aceptable?
Esto claramente no se soluciona haciendo desaparecer (metafóricamente) a alguien que falló completamente en su rol a tal punto que costó 67 vidas; pero es un comienzo. Un comienzo de demostrar que tal nivel de corrupción e incompetencia no es aceptable.
Trágico no es solo lo que sucedió hoy a la mañana; trágico sería que mañana nos despertemos con el mismo ministro y en seis meses estemos teniendo la misma charla. Ese es el verdadero crimen.
PD: No pude localizar el autor de la cita, pero me pareció extremadamente acertada para el momento. Espero no enterarme que el autor es un genocida o algo por el estilo porque destruiría el sentido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario