En esta primera edición de Inflación y Cepo vamos a indagar alternativas de ahorro en pesos. En la próxima vamos a ofrecer alternativas de ahorro en dólares.
Con la tasa de inflación del peso argentino por las nubes (estimada a 2012 en 27%), surge la necesidad del ahorrista de protegerse de alguna manera. Según una encuesta de la revista Inversor Global, el 65% de los ahorristas argentinos invierte en el dólar. Ahora, con el cepo cambiario en posición (¿o será un invento mediático?) es necesario pensar alternativas más creativas para proteger los ahorros. Con eso en mente, propongo un pantallazo general de una variedad de mecanismos a los cuales podemos acceder para salvaguardar el dinero ganado:
Ahorro en pesos:
Desde ya, con la tasa de inflación que estamos enfrentando (y que no se espera que baje en los próximos años), dejar los pesos en el colchón equivale a perder al menos 1/4 de nuestra plata al año. Sin embargo, hay alternativas a considerar:
- Primero podríamos darle un vistazo a los plazos fijos. Una revisión rápida de las alternativas existentes nos arroja un resultado claro: Las tasas de dichos depósitos se encuentran por debajo del 17%, unos 10 puntos menos que la inflación real. Con lo cual se trata de una alternativa deficiente pero sin dudas mejor que nada.
- Otras alternativas incluyen la inversión en bonos soberanos y/o provinciales. Aunque la tasa de retorno varía diariamente, podemos ver algunos ejemplos para ver de que magnitud de tasas estamos hablando. Por ejemplo, los bonos soberanos BONAR 2013 en pesos están ofreciendo rendimientos alrededor del 26%. Por su parte, los bonos provinciales RIO NEGRO 2024 tienen un rendimiento alrededor del 27%. Como se puede ver, estas alternativas nos permitirían proteger mejor nuestro ahorro, pero estaríamos asumiendo los riesgos inherentes (mayor en el caso de los provinciales) sin obtener un rendimiento extraordinario como recompensa. Asimismo, esta opción fue y sigue siendo una salida muy utilizada a partir del endurecimiento de las regulaciones sobre el dólar, con lo cual parte del 65% de los ahorristas que elegía ahorrar en dólares está migrando a estas alternativas. Esto impacta en el rendimiento de estos bonos, lo cual se traduce en un alza del precio del 28% promedio de los bonos soberanos en lo que va del año.
- Como otras alternativas podemos nombrar los bonos corporativos, cuyos rendimientos (así como los riesgos) varían mucho: En argentina se pueden conseguir tasas de rendimiento entre el 3% y el 19% (sin contar las excepciones de Edenor y Transener SA, que manejan tasas entre el 24% y el 58%).
- Los últimos bonos que vamos a discutir son los conocidos como Bonos Cupón PBI, los cuales son una suerte de 'apuesta' a que el PBI crezca por encima de lo estimado. Aunque el análisis de este instrumento es relativamente complejo, hay que saber que los pagos se realizan al diciembre siguiente, es decir, los pagos por el crecimiento del PBI en 2011 se pagarán en diciembre de este año. Esto implica que se puede saber los flujos que generará cada Bono en diciembre de 2012. Por lo tanto, la 'apuesta' es si el PBI logrará crecer por encima del 3,26% en 2012.
- Saliendo de la renta fija, tenemos la opción de invertir en el mercado de acciones argentinas. Con el Merval abajo 12% en lo que va del año, y el Merval 25 abajo un 14% en lo que va del año, el panorama no luce muy alentador. El mismo es particularmente sombrío cuando se observa que el Merval Argentina cayó un 25% este año. Igualmente, hay excepciones como Tenaris que lleva ganando un 38% este año. Es importante tener en cuenta que las acciones que cotizan en la bolsa de Nueva York permiten convertir el peso en dólar (a precio de dólar blue) a través de lo que se conoce como 'contado con liqui', pero esto lo veremos en otra entrega. En líneas generales sería recomendable solo para volúmenes grandes que permitan acceder a un asesoramiento adecuado.
- Finalmente, llegamos a los fondos comunes de inversión. En este rubro tenemos una variabilidad enorme. En líneas generales, esta alternativa requiere cierto grado de conocimiento ya que la elección del fondo al cual invertir va a depender del horizonte de inversión (hasta cuando se piensa dejar el dinero invertido) y a que tipo de renta y/o benchmark se desea 'apostar'. Lo bueno en comparación con los plazos fijos, es que siempre se puede recuperar el dinero en 72 horas, y las tasas que se pueden lograr, a largo plazo, son potencialmente mejores. Igualmente, sería recomendable recibir asesoramiento antes de meterse en un FCI.
En resumen, el ahorro en pesos en este momento es una posibilidad, pero parecería que no se podría apuntar a más que cubrirse (pobremente) de la inflación con los instrumentos de ahorro típicos. ¿Porqué? Porque con las limitaciones de compra del dólar, gran parte del pool de ahorristas está en el mercado del ahorro en pesos, haciendo que los precios de los instrumentos aumenten y por consiguiente, se reduzca su rendimiento.
Los puntos a definir para decidir que hacer con el dinero excedente son:
Los puntos a definir para decidir que hacer con el dinero excedente son:
- De cuanto dinero disponemos para invertir: El volumen va a abrir o cerrar puertas a distintas alternativas. Si el volumen es bajo, por ejemplo por debajo de los $20.000, sería recomendable ignorar las alternativas 5 y 6. Si se trata de un volumen elevado, sería entonces óptimo conseguir asesoramiento profesional; en general es más lo que vas a ganar por hacerlo que lo que vas a pagarle por el servicio.
- En que horizonte de tiempo estamos pensando: Dependiendo de si, por ejemplo, el objetivo es ahorrar a largo plazo u obtener una ganancia en el corto-mediano plazo, el mecanismo va a ser diferente. Los plazos fijos son alternativas poco complejas que ofrecen plazos a 30, 60 y 90 días, ideales para mantener los ahorros trabajando sin enfrentar gran variabilidad ni incertidumbre. Con los bonos tenemos una alternativa a más largo plazo con características similares de variabilidad e incertidumbre. Una diversificación en FCI y/o acciones permitiría apuntar a obtener ganancias más significativas, a cambio de asumir riesgos más elevados.
- Alternativas de 'inversiones' personales: Invertir en refacciones de la casa, renovar el auto, cambiar mobiliario de larga duración y costo como televisores o sillones pueden ser alternativas viables en este contexto. Con los niveles de inflación y las restricciones impuestas, es posible encontrar preferible 'invertir' en estos gastos que mejoran la calidad de vida, y en algunos casos, mejoran el valor de los activos poseídos.
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